Érase una vez un hada que vivía en un cuadro de un museo, todas las noches cobraba vida para convertirse en un fantasma y así, poder salir del cuadro; pero ella, sola allí estaba muy aburrida.Una mañana vinieron de visita los alumnos de un colegio que había por allí cerca; y dos niñas y un niño muy traviesos se escaparon del grupo; estuvieron dando vueltas por allí, hasta que el museo cerró y solamente quedó el guarda de seguridad; pero éste cuando se hizo más de noche se durmió. Los tres niños se quedaron solos en el museo,mirando el cuadro del hada y se dieron cuenta de que no estaba. El hada apreció detrás de ellos, los niños,asustados,no sabían que hacer; hasta que el hada les dijo: " No os asustéis, sólo quiero jugar con vosotros". Los niños se pasaron la noche jugando con ella: al escondite,al pilla-pilla,...
Después de jugar toda la noche, comenzó a amanecer. El hada dijo a los niños que tenía que volver al cuadro; porque sino se convertiría en polvo, y jamás cobraría vida por las noches. Los niños y el hada se habían hecho muy amigos, sabían que no podían contar su historia a nadie, porque los tomarían por locos. Decidieron guardar su secreto y volver cuando pudieran al museo. Se dieron un abrazo y se despidieron con la promesa de volver. El hada volvió al cuadro y los niños al banco, donde se quedaron dormidos. El guarda del museo los despertó, y los niños pensaron que todo había sido un sueño; pero cuando miraron al cuadro, el hada les guiño un ojo; o al menos,eso creyeron ellos.
Al marcharse del museo se preguntaron: ¿Ha sido verdad o sólo un sueño.
Autora: Belén Calle Carmona.
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