Era una mañana de febrero, tan oscura y nublada que no apetecía nada levantarse de la cama.
Bernardo era un niño muy fantasioso, que iba a sexto curso. Esa mañana tenía un control de Conocimiento de Medio, y no se lo sabía, porque todo el fin de semana había estado viendo la tele, jugando a la Play...
No quería levantarse, le sonó el despertador y lo apagó, su madre lo llamaba y decía: ! un momento ya me levanto!. Estaba pensando que podía hacer para no ir al colegio. Lo de ponerse enfermo ya no daba resultado. Entonces deseó con todas sus fuerzas que entrara por su ventana un extraterrestre y se lo llevara donde fuera. De repente, notó como ascendía de su cama porque alguien tiraba de su mano y lo sacaba por la ventana y él que tenía vértigos; ya empezó a arrepentirse de su deseo. Abrió los ojos y vio a cuatro duendecillos o extraterrestres, no lo tenía claro, que le sujetaban por sus extremidades y lo guiaban hacia un túnel verde. Cuando entró en este túnel había unas criaturas extrañas que le ofrecieron el libro de Conocimiento del Medio y le dijeron con voz de ultratumba: " Hasta que no te estudies todo el libro, no te dejaremos marchar!.
Bernardo, ahora deseó que se lo trgara la tierra; pero eso no ocurrió. El niño no sabía por donde empezar; pero por la cuenta que le tenía se estudió todo el libro. Bernardo dijo con miedo: " Ya me lo he estudiado. ¿Me puedo marchar?. Y los cuatro duendecillos lo llevaron de nuevo a su habitación.
De repente oyó a su madre: -- ! Bernardo qué vas a llegar tarde, levántate ya!. El niño dio un salto que por poco se da con la cabeza en el techo. Sintió tanta alegría que se vistió en un periquete, y se fue muy contento al colegio.
No sabía si todo había sido un sueño; pero lo cierto es, que sacó un sobresaliente en el control de Conocimiento del Medio.
Autor:Jorge González Rivera.
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