Todo empezó en el día en que un muchacho llamado Miguel, fue a un cementerio a llevarle flores a su difunto abuelo, cuando ... vio una lápida entreabierta. Decidió ir a ver que había o que era lo pasaba, no había nadie. De repente escuchó un ruido que procedía de la tumba, miró a través del hueco y vio un pasillo y en él una extraña luz y el sonido seguía, era como un ! aaaaggggh!, decidió abrir un poco más la lápida y adentrarse en ella, la luz procedía de una antorcha y de otra y de otra, era una catacumba, se puso en camino hacia donde provenían los quejidos y... encontró a un montón de personas vestidas como frailes y a unas formas que no sabría distinguir que eran.
Se dispuso a volver sobre sus pasos pero era un laberinto, hasta que dio con un montón de sepulcros todas iguales excepto una que estaba cerrada y en su inscripción se podía leer: " Cinchorrín Rey de los Muertos volverá a la vida en la medianoche del 6 de junio de 2006".
Miguel inquietado miró su reloj, en el que también ponía la fecha; tenía una extraña sensación,
al mirarla vio que ... era 6 de junio de 2006 y las 11 y media de la noche. Tenía sólo media hora para huir de aquellas catacumbas, buscó y buscó mas no encontró la salida. Decidió entonces enfrentarse a sus miedos y volver a buscar a los humanos pero...
- ! Claro! - Se dijo Miguel a sí mismo- son más muertos.
Pero ¿ Qué hacían con los humanos?
Fue a investigar y descubrió que escogían a algunos para coger sus almas, mezclarlas, y meterlas en el cuerpo de su Rey Cinchorrín. Volvió a la sala donde descansaba el rey y se dispuso a abrir su sepulcro cuando...volvió a escuchar aquel lamento, pero más cerca y más fuerte . Se escondió detrás de una tumba a esperar. Al llegar, no advirtieron su presencia, y vio todo el ritual... cuando paró la música, la tapa de la tumba se partió en dos saliendo una mano de ella, después salió un cuerpo y a continuación las piernas, Miguel asombrado observó que era su abuelo. Salió de la tumba en la estaba oculto y gritó.
-! Abuelo vuelve a tu cripta y ordena a los demás muertos que hagan lo mismo, por favor!.
El abuelo al reconocerle hizo lo que le dijo y volvieron todos a sus tumbas.
Todos salieron de aquel refugio sanos y salvo gracias a Miguel.
Alberto Delgado Guerrero.
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